¿Cuántas veces nos encontramos con estas revistas en alguna sala de espera, en la peluquería de barrio o nos detenemos en la calle a leer esos titulares que nos quedan resonando en la cabeza?
Es cotidiano leer titulares acerca del cuerpo y de la vestimenta de mujeres en los medios de comunicación de nuestro país. El culto al cuerpo femenino es un fenómeno que ocupa gran lugar en los medios de comunicación hoy en día.
El título de esta semana fue: “La hija mayor de Máxima luce con orgullo su look ‘plus size’”. En la bajada dice: “Amalia (16), la heredera al trono de Holanda, víctima del bullying, enfrenta las críticas con fortaleza y el incondicional apoyo de sus padres. Una princesa que vive su adolescencia sin tabúes y defiende su figura de ‘mujer real’”. Rotulan el cuerpo de Amalia como un cuerpo que está mal, inducido como un acto de valentía.
Este tipo de revistas reproducen un discurso hegemónico, normalizan un mensaje cargado de cosificación sobre los cuerpos de las mujeres y perpetúan estereotipos de género.
¿Por qué los medios de comunicación más grandes del país deciden usar los espacios de noticias para hablar de cuerpos femeninos? ¿Para qué? ¿Cuál es el fin? ¿Por qué las mujeres somos vistas como objetos?

Violencia Simbólica
Es importante entender que promover la idea de que en las revistas se hable de CUERPOS y no de PERSONAS es violencia. Que se hable de nosotras, de nuestros intereses, conocimientos, profesiones, talentos, y no de nuestra figura ni nuestra vestimenta.
Los mensajes mediáticos muchas veces presentan ideas fuertemente estereotipadas que, queriendo o no, refuerzan “valores”, conceptos o preconceptos negativos sobre el rol y la forma de actuar de las mujeres.
Esta modalidad forma parte de las prácticas de violencia simbólica que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos transmiten y reproducen desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad.
¿Qué discursos fomentan este tipo de revistas? “Un discurso cargado de mensajes e imposiciones cosificantes sobre los cuerpos, que despliega una violencia simbólica superlativa sobre las mujeres”: despliega el artículo realizado por el INADI: Análisis de tapa de la revista Caras del mes de julio de 2020.
En Argentina desde 2009 contamos con la ley 26.4851 que define la Violencia mediática contra las mujeres como:
“Toda aquella publicación o difusión de mensajes e imágenes estereotipados a través de cualquier medio masivo de comunicación, que de manera directa o indirecta promueva la explotación de mujeres o sus imágenes, injurie, difame, discrimine, deshonre, humille o atente contra la dignidad de las mujeres, como así también la utilización de mujeres, adolescentes y niñas en mensajes e imágenes pornográficas, legitimando la desigualdad de trato o construya patrones socioculturales reproductores de la desigualdad o generadores de violencia contra las mujeres”.
La tapa de la Revista Cara de este mes ejemplifica cómo los medios de comunicación operan en la reproducción de estereotipos y generan discursos de odio los cuales provocan y perpetúan distintos tipos de discriminación en la sociedad.
Si hacemos un recorrido por las distintas tapas y titulares de esta revista nos encontramos una y otra vez con este tipo de discursos centrados en el aspecto físico de las mujeres siendo evaluadas según qué tan cerca están del modelo hegemónico de belleza.
