¿Qué consecuencias puede tener rechazar a una persona en la entrada de un boliche por su cuerpo/vestimenta? ¿Para qué estarán esos criterios de entrada? ¿En qué momento naturalizamos que haya personas que queden afuera, y dejen de disfrutar con sus amigxs por que no “encajan” en los criterios estéticos del boliche? ¿Por qué seguimos yendo a esos lugares?
Sofia Ortiz estaba de vacaciones con sus amigas en Mar del Plata. Hicieron una reserva en el boliche “Bruto Playa Grande” pero cuando llegaron los encargados de seguridad dejaron pasar a todas menos a Sofía. Pueden escuchar en su relato las excusas que ponían para evitar que entre. Después de compartir lo que vivió en distintos medios de comunicación, desde el INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo), se pusieron en contacto con Sofia para que haga su denuncia.
Es importantísimo que visualicemos estas situaciones. No naturalicemos dejar de disfrutar una noche con amigxs por los criterios discriminatorios de entrada a los boliches. Alcemos la voz, hagamos las denuncias que sean necesarias hasta que los boliches dejen a un lado la discriminación estética, sepamos que desde nuestro lugar podemos aportar.
Difundamos que ante cualquier acto de discriminación en la entrada de un boliche podemos comunicarnos al 0800 333 47 225, hacer la denuncia a través de esta página: www.fiscalias.gob.ar o mandar un mail a denuncias@fiscalias.gob.ar
Propongo que reflexionemos qué criterios se manejan en la puerta de los lugares que consumimos. Elijamos ir a lugares que los que nos consideren personas, no cuerpos.
En 2017 un informe de la Sociedad Real de Salud Pública (Royal Society for Public Health) de Reino Unido calificó a Instagram como la peor red social para la salud mental de jóvenes usuarios en el país.