El Ministerio Noruego de Infancia e Igualdad acaba de aprobar una ley que obliga a lxs influencers noruegos a comunicar cuándo hayan editado una foto en sus redes sociales.
La ley que se aprobó el día 1 de julio con 72 votos a favor y 15 en contra, exige que el contenido retocado subidos a las redes contenga una etiqueta, la cual sera diseñada por el gobierno norguego, para que los usuarixs reconozcan que el contenido no es natural. Esta medida se aplica en varias redes sociales como Instgram, Facebook, TikTok, Snapchat, Twitter, entre otras..

Cualquier anuncio con alteraciones en el tamaño, la forma o la piel de un cuerpo deberá marcarse con una etiqueta estandarizada diseñada por el gobierno del país. Se tendrá que mencionar si los labios se ven más voluminosos, la cintura más estrecha, la nariz más refinada, etc.
¿Qué sucede en nuestro país?
En Argentina el 68% de las mujeres usa filtros o aplicaciones para editar fotos en las que aparece, antes de publicarlas. Estos datos obtenidos a través del primer estudio de Bellamente sobre el impacto del uso de Instagram en la imagen corporal durante el aislamiento social pone en números esta problemática social.
En el año 2017 se aprobó en Argentina la famosa ley llamada “Ley Anti-Photoshop” la cual plantea que toda publicidad en la que aparezca una figura humana que haya sido modificada por medios digitales, debe exhibir, con tipografía visible y clara, la leyenda: “esta imagen ha sido retocada y/o modificada digitalmente”. La Ley involucra a las publicidades estáticas difundidas en vía pública y las que aparecen en los medios gráficos de cualquier tipo en el territorio bonaerense.

“Las imágenes retocadas son publicidad engañosa, así como la promoción de parámetros de belleza imposibles es violencia simbólica, fomenta la discriminación y la intolerancia hacia la diferencia de aspectos y elecciones estéticas.” Lucía Porto, diputada y promulgadora de la Ley.
Cultural visual
En un pasado, solo algunxs accedían a la edición de fotografías a través de programas complejos como Photoshop. Las imágenes editadas eran vistas únicamente en campañas publicitarias y en las revistas. Hoy en día, hay aplicaciones que cualquier persona en solo 1 minuto puede cambiar por completo su apariencia.
Estamos en la era de la democratización de la edición de las imágenes. El proceso de subida de una fotografía a las redes sociales se da en tres fases: la captura de la imagen, la posibilidad de editar la fotografía y el compartir ese resultado en las redes.
Filtros
Los “filtros de belleza” que existen en las redes sociales como Instagram y Snapchat en un principio surgieron como un juego divertido con orejitas de perro o intercambiando caras con otras personas, pero terminó siendo una obsesión por parte de lxs usuarios (cuentan con 187 millones y 600 millones de usuarios activos diarios). Los filtros funcionan a modo de “mejorar” la apariencia a través de la distorsión drástica del cuerpo.
Snapchat e Instagram proporcionan filtros para suavizar la piel y arrugas, alterar el tamaño de los labios, cambiar el tono de piel y modificar diversos aspectos de la apariencia física.
Según un estudio, lxs cirujanxs plásticos comenzaron a observar que muchos de sus pacientes llegan al consultorio describiendo sus cambios deseados con consonancia al reflejo de los filtros. De esta manera, se genera cierta distorsión entre la imagen digital y la imagen real. Así es como surge el término medio “Dismorfia de Snapchat”.

¿Qué pasaría si las imágenes que vemos en la vida cotidiana no estuvieran retocadas digitalmente? ¿Qué pasaría si las publicidades dejarían de realizarse en escenarios ficticios, siendo editadas y se harían en la vida cotidiana representado la realidad tal cual es? ¿Tendrían un impacto positivo?
La medida tomada por el Ministerio de Noruega es un paso a concientizar sobre el impacto que tienen las redes sociales en la construcción de la identidad. Un paso a hacer de la cultura visual en la que vivimos un espacio más amigable.
El objetivo de esta ley es ir en contra de la publicidad engañosa y los ideales de belleza que tienen como consecuencia la dismórfica corporal. La ley aplica tanto para las fotos que se comparten en las redes sociales, como para las que se encuentran en las revistas, periódicos y carteles alrededor del país.