Al abrir mi Instagram, me puse a ver videos, y me encontré con una tendencia, en la que se mostraba en primer plano la cara de unx niñx, en general muy pequeñx, con los ojos cerrados. El video buscaba mostrar que al abrir los ojos, los tenían de color celestes o verdes, revelando la “belleza” de esos ojos.
Me surge preguntar ¿Qué está pasando con las niñeces en las redes?
Además de estos videos, algo que me ha llamado siempre la atención son aquellxs pequeñxs “influencers”, que son sobre todo niñas muy pequeñas, entre 4 a 7 años de edad, vestidas como adultas o como muñecas.

¿Cuándo es que naturalizamos ver esos reels y esas cuentas? ¿Qué se puede pensar acerca de esto?
En primer lugar, ¿Qué tipo de belleza se está mostrando? Obviamente la hegemónica, niñxs sobretodo blancxs, rubixs, de ojos claros. No son tendencia aquellxs que no encajan con ese cuerpo, color de piel o de ojos. Sino que son aquellxs con esas facciones “perfectas” para el mundo adultocentrista que ubica a esas niñeces en un lugar de objeto lindo a ser consumido.
Por otro lado, esos instagrams de pequeñxs influencers, que hablan en primera persona, como si fuesen realmente ellxs quienes eligen sacarse esas fotografías y escribir epígrafes, como si fuesen sus propias palabras, como si fuera realmente su idea. Todas las situaciones que enmarcan esas páginas parecieran perfectas, en donde esxs “no” niñxs siempre son buenxs, lindxs, tiernxs y se portan bien.
¿Qué nos están enseñando o mostrando? Y como dije no casualmente son imágenes que “venden”. ¿Qué nos están vendiendo? Un tipo de vida ideal, una aspiración a algo que nos imponen como lo que deberíamos ser y tener.¿Por qué no se viraliza otro tipo de infancias, de etnias, cuerpos o mismo de clases sociales?

¿Qué sucede cuando se utiliza a las infancias en estos medios y con estos fines?
Al ser hijxs de famosos de la farándula tanto Argentina como también sucede con lxs hijxs de famosxs en otros países, muchas veces estas imágenes luego son publicadas en medios de comunicación masivos, tanto como la televisión o múltiples diarios y revistas, como también son invitadxs en diversos programas.
El ubicar a esas infancias como objetivables a nuestra mirada, a la valoración del like y de lo lindo. Productos consumibles para nuestro entretenimiento.

No es la primera vez en nuestra historia como sociedad que se ha planteado un debate de este estilo. Este parecía que se había cerrado cuando se cuestionaron los concursos de bellezas infantiles, que en muchos casos fueron prohibidos por esta misma razón de objetivizar y erotizar a las niñeces.
Quería hablar de esto con la ocasión del día de las niñeces, de los, las y les niñes, un día que puede ser tomado y vaciado de sentido por el capitalismo, o podemos analizar sus derechos, y cómo poder construir infancias libres de estereotipos.
Esta bueno para empezar a plantearnos, sin entrar con el dedo acusador, porque no se trata de una persona en particular, sino de una situación coyuntural, en la que hace preguntarme: Cuando subimos una foto de unx niñx a nuestras redes ¿El consentimiento debe ser nuestro y/o de ellxs?
Nota escrita por: Mora Torres Mantykow